El Dragón era precioso.
Entre iguana y armadillo
lagartija y lagartillo
ojos de pinchón
y panza de de botijo,
era como un camalón
sólo que aumentaba un millón
- de veces -
cambia de color
según el dolor.
Si le dolía la tripa,
de ponía verde;
si le dolía la espalda,
verde esmeralda;
si le dolía el rabo,
se ponía blanco como un nabo;
se ponía blanco como un nabo;
si tenía miedo,
el Dragón echaba fuego.
Tenía escamas por todo él cuerpo.
Era grande y alto alto
como gigante lagarto;
alto y delgado como su abuelo,
parecía un rascacielos,
-de catorce pisos.
Poema de Gloria Fuertes.
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